¿Quién es Charlene Richard?
¿Cuál es su historia?

En el Centro Médico Nuestra Señora de Lourdes, en Louisiana, Estados Unidos, una niña de 12 años llamada Charlene Marie Richard murió allí de leucemia aguda en agosto de 1959.
Charlene, una de los diez hijos de Joseph Elvin Richard, aparcero, y su esposa, Mary Alice, enfermera a domicilio, era una niña brillante y simpática. Era la capitana del equipo femenino de baloncesto y se enfrentaba a los matones.
Los Richards hablaban francés en casa (el inglés era para la escuela) y, además de las fiestas de verano con sandías y los paseos a caballo, socializaban yendo de casa en casa rezando el rosario. Recibían la Eucaristía en la iglesia de San Eduardo, una iglesia de madera de la época de la Segunda Guerra Mundial cerca de un robledal.
"Todas las noches nos arrodillábamos para rezar el rosario", cuenta el hermano de Charlene, John Dale Richard, enfermero jubilado de 78 años. "En la mesa había un crucifijo, una estatua de la Virgen y la Biblia. Charlene recogía flores para la mesa, rosas y azaleas".
La agonía de Charlene duró dos semanas, desde el diagnóstico hasta la muerte. En sus últimos días, la niña, que deseaba emular a Santa Teresa de la Pequeña Flor, ofreció su sufrimiento a Dios por la curación de los demás y las conversiones a la fe que tanto apreciaba.
En su lecho de muerte, le dijo a su confesor -un sacerdote recién ordenado llamado Padre Joseph F. Brennan [1931-2017]- que llevaría un mensaje para él.
"El padre Brennan le dijo a Charlene que una bella dama iba a visitarla", cuenta John. "Charlene dijo: Lo sé, y le diré que el padre Brennan le manda saludos”.


Los sucesos, por lo demás inexplicables, comenzaron con el fallecimiento de Charlene y han continuado durante los últimos 60 años, situándola en un largo camino hacia su posible beatificación y, en última instancia, según esperan aquí, su canonización.
"Su influencia fue inmediata. Mamá empezó a recibir cartas enseguida pidiendo oraciones", dice John, el mayor de los hermanos Richard, cuatro nacidos después de la muerte de Charlene, siete aún vivos.
"Una mujer de la habitación contigua a la suya estaba muy enferma y se negaba a ver al cura. Charlene rezó por ella. Tras la muerte de Charlene, la trasladaron a su habitación. La mujer volvió a la Iglesia".
En una sala de las oficinas de la diócesis de Lafayette se conservan más de 1.600 testimonios de milagros atribuidos a la intercesión de Charlene. En el 30 aniversario de su muerte, en 1989, hubo que colocar sillas en el recinto de la iglesia para acomodar a las más de 4.000 personas que acudieron a una misa en su memoria.
Desde hace décadas, unas 10.000 personas visitan cada año su tumba, con la esperanza de que sus peticiones se incorporen a los archivos. En 2020, el obispo de Lafayette, John Douglas Deshotel, abrió oficialmente la fase local de su causa de beatificación. Al año siguiente, los obispos estadounidenses votaron a favor de prestar su apoyo oficial a su avance.
Para fundación Charlene Colombia, esta pequeña niña llena de fe, devota de Santa Teresita del Niño Jesús, nos inspira con su testimonio de sencillez y abandono en la Voluntad de Dios, ella que en su sufrimiento, su alegría era rezar por los pecadores y quienes sufrían, nos ha enseñado a amar a través de la entrega generosa a nuestros hermanos e impulsado a alcanzar la Santidad de lo cotidiano, de lo sencillo y ordinario.

